Que gran lujo el de ser artesano en los timepos que corren y es que está claro que hay que saber adaptarse a los cambios y necesidades de cada momento.
Resulta que Joan Farré puede presumir de ello. Aprendió el oficio de hacer cestas hace más de 30 años y sigue en ello. Desde la población de Folgueroles, en un taller de los más funcional y práctico posible, que no sin encanto, realiza sus piezas hechas a mano, con paciencia, tozudez y dedicación.
Adaptarse entonces es la clave. Joan empezó como aprendiz con un cestero que le enseñó las bases del oficio y poco a poco, fué complementando su formación con otros artesanos y de forma autodidacta. Su evolución le ha llevado a pasar de la fabricación de los cestos de uso común y tradicional a hacer piezas decorativas y a colaborar con algunos de los arquitectos más coconidos del mundo. Farré ha trabajado con Benedetta Tagliabue en la impresionante cubierta de la fachada del pabellón de España en la exposición de Shangai del año 2010 o con Jean Nouvel en un proyecto para Barcelona, el Parc del Centre de Pobenou.
Adaptación y paciencia; para aprender un oficio, para dominar la técnica y para superar los retos que se plantean en cada uno de los pasos que uno va haciendo.
(Vía veoveomagazine y televisiódecatalunya)
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