Nunca pensamos en nuestros héroes como un ser humano que envejece con el tiempo, que pierde pelo, a quien se le arruga la piel y que termina yéndose. Romina Ressia tubo esta visión y quiso reflejarla. Seres humanos con el vestuario que hace tiempo los estampó en catálogo de superhéroes postrados en su lecho de muerte.
De su misma boca cuenta la intención de su obra: "Este proyecto explora cómo nos encontramos de cara con el mundo real como individuos, con el bagaje que traemos, con los valores que se han inculcado en nosotros a través de los dibujos animados, las historietas y personajes de ficción a lo largo de nuestra infancia. Como muchos otros niños que han crecido con los ideales de la omnipotencia, la belleza, la física y poderes sobrenaturales, me han dicho que el mal nunca gana, que si estoy en una situación peligrosa, alguien me salvará, y que todas las historias tienen un final feliz. Esta serie explora la fuerza de aquellos valores y creencias se han incorporado en la memoria colectiva ".
(Fotografías de Romina Ressia vía ignant.de)
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