Habrá a quien no le guste la trama de dicha serie televisiva pero no se puede negar que el trabajo de atrezzo es impecable. Es algo personal; me apasiona la estética MAD MEN (y no soy el único, ya tiene miles de adeptos).
Ambientada en el Nueva York de los años 60, la serie gira en torno a las vidas de hombres y mujeres sin piedad y muy competitivos que trabajan en el mundo de la publicidad, ubicado en Madison Avenue, un mundo guiado por el ego y el amor propio de sus protagonistas, acostumbrados a hacer un arte de la venta mientras sus vidas privadas quedan bastante apartadas de sus prioridades. La serie refleja además de forma auténtica y realista los roles de hombres y mujeres en esta época, mientras exploran la verdadera naturaleza huaman bajo la fachada de los valores familiares tradicionales de la década de los sesenta.
La moda, la elegancia y el saber estar caracterizaban a la sociedad americana de los años 60 hecho que queda reflejado en todos y cada uno de los episodios, tanto en el vestuario como en la ambientación. Tan impecable viste Don Draper o Peggy como lo están su despacho o su vivienda, y es que cada vez que veo esos “interiores” me vuelvo loco: esos muebles y qué las lámparas, los objetos decorativos, el mueble bar…¡PURO PLACER VISUAL!
(Fotografías vía amctv.com)
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