Imposible buscarlo por google ni situarlo con el gps y es que aun existen lugares totalmente desconocidos. Detrás de una puerta cualquiera de la eixample de Barcelona se esconde el más grande de los almacenes de antigüedades que pueda existir.
Las salas se suceden contiguamente; cada una destinada a almacenar un tipo de mueble u objeto. Existe la sala de la porcelana, la de las sillas, la de los escritorios, la de las mesas, la de las cajoneras, etc. unos encima de otros, amontonados hasta llegar al techo. Es fácil perderse por esos pasillos pero nada me gustó más que andar por entre esos muebles centenarios sintiendo el tacto de su madera y notando el frío de sus herrajes e imaginando cual fue su historia o qué sucedió para que llegasen a este lugar.
(Fotografías de Homtwo)
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